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Tronco florido y jugoso

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Javier Coimbra

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Javier Coimbra

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¡Qué delicia son las frutas silvestres! Tienen ese encanto salvaje de dejarte con ganas de más, son tan jugosas y deliciosas que, a veces toca esforzarse un montón para retirarlas de árboles tan grandes y en la punta de sus ramas. Pero hay una especie que, hace que no te compliques al cosecharla, es más, se ofrece para que la devores poniendo sus frutos prácticamente en tus manos, sí, ese es el “Guapurú”. 

Myrciaria cauliflora es el nombre científico de este arbolito de mediana estatura que, se comporta de una manera muy peculiar e interesante, pues produce flores en su tronco y ramas, es por ese motivo el nombre que le dio la ciencia ya que cauliflora significa flor en tronco. Así que, cuando llega la época de florecer, salen un sinfín de flores pequeñas y blancas cubriendo casi todo el árbol que luego se transforman en redondos y sabrosos frutos de color negro intenso.

El “Guapurú”, fruta divina, tanto en sabor como en apariencia, tiene la justa medida para dejarte siempre con ganas de volver a buscarlo.