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El bosque, una farmacia natural

Pesoé

Pterodon emarginatus

Claudia Belaunde

Sabemos que, desde siempre la relación entre el ser humano y la naturaleza es innegable. De ella obtenemos absolutamente todo lo que necesitamos para sobrevivir, desde el agua que bebemos, el aire que respiramos o la ropa que vestimos. Pero durante siglos también hemos utilizado algunos productos como medicina.

Usos que requieren un conocimiento heredado y particular cuidado para su aplicación. Aquí en Santiago de Chiquitos, las mujeres que han aprendido este oficio generación tras generación trabajan organizadas hoy en día para producir medicinas que ofrecen a los visitantes.

Entre las especies vegetales que se utilizan para dar alivio a todo tipo de males se encuentran, el Pesoé, la Isiga y el Copaibo, este último llamado el “bálsamo de los jesuitas” utilizado para aliviar dolores musculares. Productos que hoy pueden encontrarse en la zona en aceites o pomadas, producto de una actividad económica local y sostenible que promueve la conservación del Bosque Seco Chiquitano.