Nokümonish
Un homenaje a la almendra chiquitanaUna cena dedicada a revalorizar y potenciar el consumo de la almendra chiquitana recolectada y producida por asociaciones de mujeres, fue llevada a cabo por grandes cocineros de Santa Cruz, quienes a través de un menú innovador, transportaron a los comensales en una cena de 6 pasos, demostrando el sabor y potencial que tiene este fruto del Bosque Chiquitano.
Un viaje de intercambio de conocimiento junto al equipo de Productos Forestales No Maderables de la FCBC, resultó inspirando a los cocineros Jaime Barbas (Sacha Huaska), Emilia Tapia (Almacén 1923) y Ricardo Cortez (cocinero independiente), para elaborar platos y cocteles en base a la almendra chiquitana. Tras visitar las comunidades de Santa Martha (San Ignacio de Velasco) y Palmarito de la Frontera (Concepción), decidieron unirse y promover a la almendra chiquitana para potenciar el consumo local. La almendra chiquitana, Dipteryx alata, es un fruto nativo del Bosque Chiquitano, de temporada, mayormente recolectado por mujeres de comunidades indígenas chiquitanas, con alto valor nutricional y genera una significativa economía para las comunidades.
Los cocineros probaron la sopa de almendra, intercambiaron conocimiento con las comunidades y participaron del proceso de recolección y quebrado.
Almendra chiquitana recogida y tostada por la Asociación de Mujeres Emprendedoras «Buscando nuevos horizontes» en la comunidad de Palmarito de la Frontera.
En este espacio, también participaron representantes de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Santa Martha, quienes expusieron el valor que tiene la almendra para su comunidad, el impacto en la economía familiar, el potencial que buscan desarrollar con el procesamiento y la prioridad de conservación de espacios naturales, ya que al ser un fruto silvestre, está amenazado, al igual que el Bosque Chiquitano, por la deforestación, incendios forestales y cambio de uso del suelo.