width: 100%;

Miembros del equipo técnico del OBSCh y un grupo de investigadoras de la UAGRM estudian el impacto de los incendios forestales en el ANMI Laguna Marfil

En el marco del proyecto “Bases del conocimiento para la restauración”, apoyado por el gobierno de Canadá, miembros del equipo técnico del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano de la FCBC y un grupo de investigadoras de la carrera de Biología de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, en coordinación con el municipio de San Ignacio de Velasco, levantaron información respecto al impacto de los incendios forestales en el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) Laguna Marfil. Estas investigaciones, que recopilaron información tanto ecológica como social, tienen la finalidad de contribuir al proceso de restauración de las áreas del Bosque Seco Chiquitano que fueron afectadas por los incendios forestales.

En este sentido, del 4 al 13 de febrero, el grupo académico de investigación; conformado por Patricia Herrera, Daniela Salazar y Eunice Copa; encuestó a 116 familias de 10 comunidades que forman parte del ANMI Laguna Marfil, para analizar el impacto de los incendios en 5 áreas diferentes: agricultura, ganadería, turismo, economía familiar y salud humana. El comprender cómo los incendios forestales impactaron en los medios de vida de los pobladores, contribuirá al conocimiento para la restauración del Bosque Seco Chiquitano y, por ende, mejorará la calidad de vida de los pobladores.

 

Mientras que, entre el 12 y el 16 de febrero, Oswaldo Maillard, Gilka Michme y Marcio Flores, miembros del equipo del Observatorio de la FCBC, realizaron remediciones en parcelas de severidad de quema CBI (Índice de combustión compuesto) en diferentes tipos de ecosistemas del lugar: Bosque Chiquitano, Cerrado, bosques de transición (Bosque Chiquitano-Cerrado) y pampas. Este tipo de mediciones de campo, en combinación con los análisis de imágenes de satélite, permitirán entender mejor el impacto de los incendios y el proceso de regeneración natural que están teniendo los diferentes tipos de vegetación en el lugar.

Actualmente, toda la información recopilada por ambos grupos está siendo sistematizada, para luego, ser integrada en estrategias de restauración del Bosque Seco Chiquitano.

Fotos: Eunice Copa/Oswaldo Maillard/Gilka Michme