Son diferentes, pero los une un mismo objetivo, comprender que ocurrió tras los incendios. Un equipo multidisciplinario de investigadores, estudiantes y especialistas llevan más de un mes recorriendo áreas protegidas del departamento de Santa Cruz y del bosque modelo Chiquitano, para poder recoger datos e información que ayude a entender cómo los incendios forestales afectan al bosque y como éste responde a este tipo de eventos.
Un equipo, conformado por botánicos, mastozoólogos, ornitólogos y entomólogos del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, recorre parcelas de monitoreo establecidas en la primera fase (2021) en el Área Natural de Manejo Integrado Municipal “Laguna Marfil”, el Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu, la Reserva Municipal de Copaibo y el Centro de Estudios del Bosque Seco Tropical “Alta Vista”. Mediante trabajo de campo y muestreo, recolectan información de manera sistemática para luego analizar y ver que nos dicen esos datos.
“El Bosque Chiquitano es muy importante, es un bosque endémico (…) y es super importante poder entender cómo es que la dinámica de la regeneración, en sitios afectados por los incendios que ya se han vuelto un problema, va funcionando ” afirma Kathrin Barboza, bióloga que lidera el equipo. Por su parte el biólogo Luis Acosta, experto en murciélagos asevera: “Estamos tratando de ver la interacción de murciélagos, porque son agentes importantes para la restauración. Son cuatro sitios que estamos tratando de evaluar con diferentes tipos de escenarios ecológicos, siendo la matriz el bosque chiquitano, con la interacción del bosque chaqueño, cerrado y amazónico”.
Este 2022 se establecieron parcelas permanentes de monitoreo, que permitirán una toma de datos a largo plazo. Para la botánica Roxana Ledezma, “Esta información nos va a ayudar a comprender los efectos del fuego en la vegetación, y nos dará una visión de cómo se está recuperando a lo largo del tiempo”.
En paralelo a todo el trabajo descrito, avanza el equipo del Observatorio del Bosque Seco Chiquitano de la FCBC, quienes mediante drones equipados con sensores LIDAR y cámaras multiespectrales evalúan el bosque y las zonas afectadas por el fuego. Estos datos, recogidos en terreno, se sumarán a los visualizados por satélites y así comprender cómo el fuego, su intensidad y recurrencia impactó al bosque chiquitano y sus procesos de regeneración. Este equipo tiene el reto también, de generar una metodología que ayude a identificar de manera más precisa, áreas que requieren de restauración asistida para orientar mejor este tipo de acciones.
Vuelos de dron para aportar a las acciones en restauración. Gilka Michme, Marcio Flores y Gerson Uyuni realizan vuelos de evaluación con drones en la zona de la bahía del ANMIM Laguna Marfil.
Devolviendo la información a las comunidades. Ex Becarias de la UAGRM en el proceso de sociabilización de resultados en comunidades de Laguna Marfil, Municipio de San Ignacio de Velasco y Copaibo, Municipio de Concepción.