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Humanos, naturaleza y la nobleza de las aves

Humanos, naturaleza y la nobleza de las aves

Humanos, naturaleza y la nobleza de las aves

Sayubu

Thraupis sayaca

Hermes Justiniano

La zona de la Chiquitania comprende bosques que se consideran ideales. Es decir, tienen una composición tan particular que, parecería que, siempre han sido el lugar perfecto para habitar por flora, fauna y también seres humanos. Es por esto que, desde tiempos ancestrales en la región existe una fuerte relación entre el hombre, la naturaleza y el entorno que lo rodea.

Del bosque vivimos, del bosque obtenemos todo lo que necesitamos. Los antiguos siempre respetaron esta relación y en el presente es necesario conciliarla, rescatarla y respetarla. Una de esas formas es el arte que, nos recuerda permanentemente esta premisa que, sin la naturaleza no podemos vivir.

Y la naturaleza se sostiene a su vez, de cada uno de sus componentes e integrantes, como las aves, tan importantes para transportar semillas de un lado al otro y para controlar plagas de insectos y otros procesos. Las aves además son de los animales más simpáticos que, podemos encontrar en casi todos los ecosistemas del mundo. Es difícil pensar en despertar y no escuchar los sonidos de las aves. Son ellas las que contribuyen a mantener los bosques, adornan los paisajes y nos alegran el alma y son tan variadas y viven por tantos lugares que, no es nada extraño sentarse a descansar en una plaza y poder observarlas alrededor nuestro. Solo necesitamos un instante para apreciarlas.

Adornos del cielo

Adornos del cielo

Adornos del cielo

Cómo si los paisajes de la Chiquitania no fueran suficientes, encima sus cielos están adornados con una enorme variedad de aves. Y aquellas que suelen verse con frecuencia en la zona son las parabas rojas. Aves llamativas por su tamaño y el color de su plumaje que, tiene mezclados azules y verdes sobre la base del color del cuerpo que es de un rojo intenso.

Es común ver este tipo de parabas cerca de las formaciones arcillosas en los farallones de las serranías del valle de Tucabaca y también cerca de palmeras y algunos árboles en las piedras mismas como en el Mirador de Santiago de Chiquitos. Todas estas áreas son utilizadas por las parabas, como comederos o lugares para anidar.

Después de una caminata por la parte alta de un sendero es posible verlas pasar al atardecer. La belleza de la geografía de esta zona permite que se las pueda ver volando muy por encima de nuestras cabezas o, desde arriba para observar sus colores y tamaño en su máximo esplendor cuando vuelan con las alas completamente extendidas, en su hogar y en libertad.

La Petita de Agua

La Petita de Agua

La Petita de Agua

Petita de agua

Mesoclemmys vanderhaegei

Andrés Unterladstaetter/vamos.com.bo

La tortuga Mesoclemmys vanderhaegei, es una especie de tortuga de la familia Chelidae. Es también llamada tortuga sapo y en Bolivia comúnmente la conocen como peta de agua debido a que habita en ambientes acuáticos y pocas veces se la puede ver fuera de este elemento. Es una tortuga de un tamaño mediano con un caparazón marrón oscuro de forma plana un poco ovalada. Sus patas son palmeadas y tiene una cabeza ancha pequeña que la oculta dentro del caparazón echándola hacia un lado. A las tortugas que hacen eso se las llama pleurodiras.

Esta especie se distribuye por las cuencas de los ríos Amazonas, desde Tocantins hasta el nordeste de la Argentina. Cabe destacar que en Bolivia solo se la puede encontrar en las pozas de Santiago de Chiquitos y Chochis, donde es muy vista por los turistas por ser una especie atractiva y emocionante de ver.

En cuanto a su dieta la especie parece depender principalmente de una dieta omnívora carnívora u oportunista. Al ser omnívoro se puede llegar a alimentar de peces, insectos acuáticos, y otros pequeños invertebrados acuáticos. Esto le da un increíble rol ecológico como controlador de poblaciones de invertebrados. Por otro lado, sus huevos pueden servir de alimento para otros animales.  

El Mono Leoncito

El Mono Leoncito

El Mono Leoncito

Mono leoncito, tití de cola negra

Mico melanurus

El mono leoncito o titi de cola negra es una especie de la familia Callitrichidae y la única especie del género en el país, su nombre científico es Mico melanurus. Esta especie presenta un tamaño de entre 22 y 28 cm con una cola que va desde los 30 a los 38 cm de largo, su peso aproximado es de entre 300 y 400 gramos. Se caracteriza por su coloración café oscura y la cola larga color negro, su cabeza es de color café con ojos negros y orejas pequeñas desnudas.

Se distribuye al suroeste Brasil, sureste de Bolivia y el norte de Paraguay. Es una especie que puede ser vista en el Bosque Seco Chiquitano y hábitats asociados. Habita los bosques amazónicos y semideciduos de las tierras bajas. Es la única especie del género Mico que posee su distribución fuera de la selva amazónica.

Son especies monógamas, es decir que, tienen la misma pareja toda la vida. Muchas veces se los puede ver en grupos de 3 a 12 individuos, al ser muy sociables se comportan de forma llamativa a la hora de ver. Se alimentan principalmente de frutos, insectos, y de la sabia de los árboles. Es un animal que ayuda al control de poblaciones de insectos y a la dispersión de semillas. Por otro lado, su actividad se concentra más en el día y en la noche duermen en huecos de árboles que encuentra en la selva.

El flameante Oso Bandera

El flameante Oso Bandera

El flameante Oso Bandera

Oso bandera, oso hormiguero grande

Myrmecophaga tridactyla

Andrés Unterladstaetter/vamos.com.bo

El oso bandera, o llamado también Tamiguasu por los guaraníes y Paichabish por los chiquitanos de la región, es una de las dos especies de la familia Myrmecophagidae que habitan en el país y la única especie del género en el continente americano.

El oso bandera llama mucho la atención por su robusto y grande cuerpo que puede llegar a pesar entre 18 a 39 kg y medir entre 1.2 y 2 m de longitud. Se caracteriza principalmente por su cabeza elongada y angosta; entre su característica más resaltante está su voluminosa y prominente cola que forma un penacho de pelos colgantes largos y gruesos. Su cuerpo se encuentra cubierto por pelos gruesos, ásperos y opacos, en la parte media del dorso presenta una cresta de pelos que va hasta la punta de la cola. En las patas delanteras presentan tres garras grandes y dos pequeñas, mientras que, en las patas traseras tiene cinco garras cortas que ayudan a que pueda escarbar al momento de alimentarse y hacer su madriguera. Si bien el sentido de la vista y del oído son pobres, el oso bandera presenta un sentido del olfato muy desarrollado, lo que le permite localizar a sus presas, especialmente las pequeñas hormigas.

En cuanto a su distribución abarca desde Guatemala hasta el norte de Argentina. Sin embargo, en algunas zonas de Argentina y Uruguay se lo considera extinto localmente. En Bolivia se encuentra distribuido por todas las tierras bajas desde el departamento de Pando hasta Tarija y habita una variedad de ecorregiones principalmente bosques secos, pampas y sabanas.

En cuanto a su dieta, es totalmente insectívoro, la cual es basada principalmente en hormigas y termitas, que, si bien son recursos abundantes en el hábitat donde vive, son pobres en nutrientes. Los osos bandera presentan una gestación que dura entre 183 y 190 días teniendo solo una cría por camada. Cuando las crías nacen, son a menudo transportadas en la espalda de la madre.

En cuanto a su estado de protección, el oso bandera se encuentra en la categoría vulnerable de acuerdo con la lista roja de IUCN y como casi amenazado en el libro rojo de vertebrados de Bolivia. Esta especie se encuentra amenazada principalmente por algunas actividades humanas, entre las cuales se encuentran principalmente la pérdida de hábitat y deforestación por la agricultura y el desarrollo urbano, accidentes en carreteras, cacería furtiva, tráfico y comercio ilegal. En el año 2019 fuertemente amenazada por los incendios en la Chiquitania, donde se pudo rescatar a un individuo con el cuerpo lleno de quemaduras.

Observar a este majestuoso animal en su estado silvestre, disfrutando de la sabana o una pampa abierta, es un privilegio para cualquier espectador, turista, biólogo, o persona que se maraville por la naturaleza.

La serpiente del antifaz

La serpiente del antifaz

La serpiente del antifaz

Coral verdadera

Micrurus diana

Dirk Embert

La coral (Micrurus diana) es una especie de ofidio altamente venenosa que, pertenece al género Micrurus de la familia Elapidae, una de las familias con las serpientes más venenosas del mundo. Llega a medir hasta un metro de longitud y presenta en el cuerpo un patrón de 9 a 11 tríadas. Al igual que otras especies del género Micrurus presenta un patrón en la coloración de tres anillos negros similares en tamaño, separados entre sí por un anillo blanco. Seguido de un anillo rojo ancho.

La cabeza es pequeña y presenta una mancha negra que parece un antifaz la misma que, cubre los ojos. El resto de la cabeza es roja, las escamas ubicadas debajo de los ojos son claras y la zona ventral de la cabeza es blanca o roja, se observa una línea vertical negra justo al centro.

Es una especie endémica de Bolivia, su distribución abarca las sabanas y bosques en la Serranía de Santiago y la Serranía Huanchaca, en el departamento de Santa Cruz, en el este de Bolivia. Es de hábito terrestre, se la puede encontrar en sitios muy húmedos, también le gusta camuflarse entre la materia en descomposición y hojarasca. Además, puede vivir refugiada en cavidades hechas por otros animales. En cuanto a su alimentación, se alimenta de culebras pequeñas. Sin embargo, también pueden ser presas de otras serpientes, mamíferos y aves rapaces. Es una especie con un rol importante en el ecosistema, controlando poblaciones de otros animales y sirviendo como alimento para otras especies.

Es una especie de carácter pacífico. Al sentirse en peligro o amenazado, no actúa de forma agresiva, coloca su cabeza debajo de alguna parte de su cuerpo y levanta la punta de la cola advirtiendo al oponente peligro. Si esto no funciona llegan a fingir su muerte retorciéndose, produciendo un olor fétido y luego quedándose inmóvil.

Entre la característica más fascinante de esta especie es el potente veneno que posee que, incluso es capaz de matar a un hombre adulto. Pero al no tener la agresividad de otras serpientes venenosas, los accidentes con estas serpientes son pocos.