El ingeniero ecológico

El Anta es un mamífero terrestre del género Tapirus que deriva de tapyra o tapira, palabra de origen étnico Tupi y terrestris que significa tierra, es decir “que habita en la tierra”. En Bolivia se lo conoce como Tapir o Anta. Se caracteriza por ser un animal grande y robusto. Es el mayor mamífero terrestre de Sudamérica. Mide de 1,7 a 2,5 m de largo y pesa hasta 300 kg. También es un animal que llama mucho la atención, por la singular trompa que resalta de su labio superior.

Si bien no tiene una buena visión, su sentido del olfato es muy desarrollado. El color del pelaje en los adultos es pardo negruzco en el dorso, mientras que en los jóvenes es pardo-rojiza con rayas y manchas amarillentas. La hembra solo pare una cría al año y su gestación dura alrededor de 13 meses. Esta especie puede llegar a vivir de 25 a 30 años en estado salvaje, donde sus principales predadores son los caimanes, el jaguar, y el puma que lo atacan de noche.

Son animales de hábitos solitarios crepusculares, increíbles nadadores, escaladores y corredores. Son animales muy tímidos, silenciosos y difíciles de ver. Cuando están expuestos al peligro tienden a correr velozmente al agua o huir hasta desaparecer en un instante en medio del bosque. Habita mayormente los bosques tropicales de las tierras bajas de Bolivia, desde el Chaco hasta la Amazonia e incluso los Yungas.

Es un animal herbívoro y usa su trompa o probóscide para alimentarse de hojas, ramas, frutos, etc. Esto lo convierte en un importante dispersor de semillas, donde la mayoría de las semillas que consume son viables después de la ingestión. Algunos estudios demuestran que varias especies de semillas no pueden ser transportadas por otro animal que no sea el Anta. En muchos lugares se lo conoce como el ‘‘ingeniero ecológico’’ debido a que su presencia ayuda en la diversidad, estructura, dinámica y paisaje de los bosques.